
Mi mamá me enseñó grandes lecciones de vida, además de ser mi protectora, me dio un ejemplo como guía.
Me motivó siempre a ver más allá del dinero, apreciar la vida, valorar mi cuerpo.
Por ella aprendí que la pasión es el motor de la voluntad.
«Haz lo que te haga feliz» — «pero da lo mejor de ti»
Entre más alto sueñes, más lejos llegarás, eso me dijo mamá, van a envidiarte por destacar pero ellos son los que quedarán mal, la vida les enseñará. Ella siempre fue diferente, yendo en contra de la corriente, obstinada, viajó a Cuba por una corazonada. Es la mujer que me crío, es la mujer que me parió, por ella soy como soy.
Yo le estaré eternamente agradecida por mi formación.
Única en su especie, pasó de escribirle poemas a dios, a considerarlo inexistente al cumplir trece, desde entonces cree que…
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